El pobre diablo llega a la latita de conserva donde vive. Ha sido un mal día, pésimo como todos los suyos. Pero hoy, hoy se siente diferente. Quizá porque es martes -no te cases ni te embarques-, la sangre efervesce, hay algo... Valentía. Eso!! Sí, el coraje se le escapa. Descuelga el traje de la Comunión (único que tiene) y aunque le queda ridículo se lo ensarta en su maltrecha osamenta. Sale. El traje se convirtió en su armadura. Gana la calle, el Súper Pobre Diablo; deseoso de una venganza que no se justifica, babea como un perro, “alguien tendrá que pagar”. Por qué? Vaya uno a saber, porque sí, se dice. Sonríe, ya tiene bien estudiado su objetivo. Pasos rápidos, precisos; ojos repasando otras posibilidades de escape o eventuales testigos; mano lista; posición exacta.
Entonces, con toda la agresividad de la que es capaz... Comienza el ring-raje.®
“Ring-raje”, acción de tocar los timbres en todas las casas posibles y salir corriendo.
Pobre diablo queda corto al rosario de insultos que doy cuando llego a la ventana a ver quién es... supongo que no me habrán dedicado poemas los vecinos en mi niñez. Lindo escrito
Jajajaja.... Cuantos recuerdos!!! me gusto mucho!! me hace acordar a mi niñez! un abrazo.
ResponderEliminarJa... muy bueno. ¿Quien no lo hizo?
ResponderEliminarGrato recuerdo de mi niñez. Gracias.
mariarosa
bueno,cortito con intrga y un final genial.Un rin y rajo.
ResponderEliminarshosha
Pobre diablo queda corto al rosario de insultos que doy cuando llego a la ventana a ver quién es... supongo que no me habrán dedicado poemas los vecinos en mi niñez. Lindo escrito
ResponderEliminarQue maravilla, ustedes si que saben escribir.
ResponderEliminarMi saludo.
Alejandro
Ah X Dios el ring raje es diablo pero no bolu jajjaa muy buenoo!!!! placer coom siempre!!!
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