Cuelgo los ángeles por las alas
-que sufran. Igual que yo-
Hasta el hartazgo
la tristeza muda
raspa mi cuerpo
llega a los huesos
y no se cansa.
Maldito sol
no alumbra
sólo eclipsa
Madre adormecida
tus brazos quietos
ya no me amparan.
Reloj de arena
veo pasar el tiempo
interminable.
Tu ausencia...
-Madre, madre
te miré a los ojos
¿“me ves llorar”?-
Urgente por el grito
mi voz se calla.
Me vence la tristeza
esta mañana.®
Jeve
uff! poemón!
ResponderEliminarHermosa imagen y letras nos acercas en este día.
ResponderEliminarHa sido un placer acercarse a tu espacio.
Gracias por compartir.
Cálido abrazo.
¡Cuánto sufrimiento, Jeve, en tus estrofas! Hasta las letras lagrimean.
ResponderEliminar..que la noche llegue acompañada amor!
ResponderEliminarun abrazo
I so tired. Muy bueno, Jeve.
ResponderEliminarLas madres no tienen derecho a irse.
ResponderEliminarParecen estar imposibilitadas de poder alguna vez sentirse libres. Que finalmente, dejemos de pensar en ellas.
Quizá sólo nuestra partida las libere, hasta de nuestro recuerdo.
Sugiero un libro de visitas.
ResponderEliminarQuiero acotar que reconozco el piso de baldosas exagonales del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza en las fotos de la Galería de Arte.
Espero que te haya gustado la muestra.
Yo
Bello y doliente poema, Jeve.
ResponderEliminarSaludos.
Jeve que belleza.
ResponderEliminarLlega hondo tu poema, está escrito con gran sentimiento y así se reconoce.
mariarosa
Destilan tus palabras
ResponderEliminarun gran sentimiento de
tristeza.
Me quedo con la última estrofa.
Besos
Caro muy caro a mi sentir, me embargo una emoción enorme!!! Bello poema.Nana.
ResponderEliminarme gusta este cuarto de poesia...bellisimo!!!!
ResponderEliminarbesos!!!...y quiero mas de este cuarto!!!
una honda tristeza que llena de ángeles mis ojos!
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