Escuchó hablar del verde, de cómo bendecía. No está segura de recordar ese color, ahora un marrón obsceno domina hasta el horizonte. Añora (quizá alucina) cuando dejaba pequeñas huellas sobre el barro. Era la vida. ¿Cuánto hace que no llueve? Meses, tal vez años. Infinitudes. El sol llora su fuego criminal. Ella se acostumbró, le tiene lástima, pobre estrella. Una rama en el camino. No tiene fuerzas para rodearla, mucho menos puede pasarle por encima. Se abandona a su lado.
Llueve. La perdiz tumbada. Su ojo parece mirar el cielo pero ya hace días que no lo ve.®
Te debe haber impresionado el desierto. Quizá el mismo que me es tan familiar y espera, paciente, al borde del oasis donde vivo. La pobre perdiz encontró la paz junto a la rama seca. Ambas bajo el sol. El desierto las esperaba.
¿Son menos de cien, las palabras? Porque parecen doscientas o trescientas, o más. Desierto, la vida, la muerte. Desierto: lugar en el que existe la vida, aunque no lo parezca. Luego, otro si digo, que buenas fotos. Me encantan.
Muy interesante Jeve. Me ha remitido de inmediato al texto de Ruma. Los dos escritos tienen en común aparte del tema de la sequía -desde distintas perpectivas, claro-, ese pulso poético tan bien manejado.
Jeve, hasta de la muerte logras hacer algo agradable. Al menos en la lectura de tu literatura: "Su ojo parece mirar el cielo pero ya hace días que no lo ve". Cariños, chau.
Excelente forma de sentir y escribir como tu lo haces.
ResponderEliminarEs siempre un enorme placer acercarse a visitar tu espacio.
Gracias por compartir.
Cálido abrazo.
Te debe haber impresionado el desierto. Quizá el mismo que me es tan familiar y espera, paciente, al borde del oasis donde vivo.
ResponderEliminarLa pobre perdiz encontró la paz junto a la rama seca. Ambas bajo el sol. El desierto las esperaba.
Uyy que lindo y que triste. Jeve, muy bueno el texto, se siente la sequia y se ve el lugar.
ResponderEliminarUn cariño.
Maríarosa (Teque)
¿Son menos de cien, las palabras? Porque parecen doscientas o trescientas, o más. Desierto, la vida, la muerte. Desierto: lugar en el que existe la vida, aunque no lo parezca.
ResponderEliminarLuego, otro si digo, que buenas fotos. Me encantan.
Una película en verso, imágenes espectaculares, perdona por mi ausencia, este año ha sido vertiginoso.
ResponderEliminarMe complace volver a la buena literatura.
Un abrazo muy cariñoso.
Muy interesante Jeve. Me ha remitido de inmediato al texto de Ruma. Los dos escritos tienen en común aparte del tema de la sequía -desde distintas perpectivas, claro-, ese pulso poético tan bien manejado.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buen texto. Un paisaje bien transmitido y el final, esa perdiz, es hermoso.Gracias Jeve.
ResponderEliminarAlejandro
Aqui estoy, despues de mis vacaciones, disfrutando mi primer lectura en el blog, como siempre placentera, un abrazo y felicitaciones.
ResponderEliminarJeve, hasta de la muerte logras hacer algo agradable. Al menos en la lectura de tu literatura: "Su ojo parece mirar el cielo pero ya hace días que no lo ve".
ResponderEliminarCariños, chau.
Se siente lo terrible de la sequia y ese ojo que ya no puede ver muy beno.
ResponderEliminarUn placer esyta aquí.
shosha