Cuento teatral y otra cosa en 13 mini capítulos y 11 piezas de rompecabezas.
Capítulo 13
Es la noche del último ensayo. Otra vez en la penumbra, esperando, rogando que no aparezcan más actores y que los que hay se atengan de una buena vez a sus parlamentos. Ruma está muy cansado, me preocupa, dice que la única manera de terminar esta obra es no escribir el final, que salga lo que salga, después de todo, nadie nos dijo que esta caterva de desenfrenados improvisa durante toda la obra.
Somos dos, yo también me siento agotadísima. No puedo evitar cerrar los ojos.
Cuando los vuelvo a abrir tengo la sensación de que Ruma ha estado mirándome por largo rato.
-Jeve…
Su murmullo me despierta totalmente. No hay ningún otro sonido, quizá se hayan ido los demás.
-Lo siento. ¿Qué tal estuvo todo? –pregunto sin interés.
-Igual que siempre.
Me tomo un pequeño tiempo para crear misterio y, tal vez por el lugar hago gala de histrionismo y le digo:
-No te preocupes, Ruma, ya tengo el final. No podrán variarlo, confiá en mí.
Él sonríe y con eso es suficiente.
Pieza Nº 11
Cinco de la mañana. Tocamos a la puerta del linotipista pero no abre. Hace mucho frío y otra vez llueve. Tengo ganas de estar en cualquier lado menos acá, le digo a Jeve y ella se aferra más a mi brazo, un solo paraguas puede ser algo romántico cuando no se utiliza de verdad. Por la calle veo un grupo muy animado, quizá cenaron juntos después del último ensayo. Dos hombres: uno vestido de cura y otro que mira para todos lados, dos mujeres: una obesa que grita gesticulando y una chica joven, en los extremos de los brazos parece tener palomas en vez de manos y las hace volar. El que mira para todos lados alcanza una estrella y le regala su presa. La chica joven sonríe, el cura bendice, la obesa tiene una hermosa voz. La luna los llena de sombras largas mientras se alejan cantando. Son interesantes personajes para un cuento, ¿no te parece, Jeve? Pero ella no está conmigo.
Esta mujer que no está conmigo ahora presiona el timbre hasta hacerlo desaparecer. El hombre pequeño abre, ella le deja unos papeles, demasiados; él maldice en varios idiomas; enojadísima, la mujer le hace gestos obscenos; es una escena tan divertida que ameritaría ser parte de ese cuento que quise comentar a Jeve. También le contaré sobre el mail que recibimos, creo que le encantará la idea. Lo haré cuando despierte, sí, ella. O yo. ¡Hoy es la noche de estreno! ¡Hoy es la noche de estreno! Grita Jeve y cierra el paraguas.®
FIN
Jeve y Ruma
Salud amigos.... será una noche de éxitos!!! tal y como ha sido cada entrega (nosotros, los lectores-público no nos haremos cargo de las taras linotipistas!!)!!!
ResponderEliminarYo saquè paraiso.
ResponderEliminarun abrazo.
Les deseo todo el éxito del mundo. Me gustó el cierre.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Hasta pronto.
Hola. Sigo por aquí. Este sitio es encantador. Un abrazo.
ResponderEliminarCuál es la realidad y cuál el misterio.
ResponderEliminarRecien visité la entrada anterior y les dije que ustedes deben ser personajes de la obra, ahora estoy convencida de que lo son.
Los felicito, han mantenido el interes del lector hasta el final.
mariarosa